¿Justicia o legalidad para "Piedad"?
Antes que nada, ¿a qué llamamos padre o madre? Puede parecer raro o evidente plantear semejante pregunta, pero no lo es tanto. ¿Es madre aquella que alquila su vientre para traer al mundo un niño que no es suyo?, ¿es padre aquel que sin preocupación ninguna mantiene relaciones sexuales sin ningún tipo de protección y deja embarazadas a cuantas mujeres puede en cada fiesta a la que va? Y es más: ¿es madre aquella que maltrata, causa daño físico o psíquico a sus hijos/as, es madre aquella que mata a sus hijos? ¿Y el padre? ¿Es acaso padre aquel que abandona, abusa, desprecia y menosprecia a sus vástagos? ¿Podemos llamar padre al monstruo de Austria que violó y secuestró a su propia hija durante 24 años?
Sé que son muchas preguntas que posiblemente nunca nos hemos planteado y ahora vemos su complejidad. Es algo que ha venido dado desde que nacemos y que el día a día hace que minusvaloremos.
Después de varias experiencias personales muy variopintas, llegas a la conclusión de que madre es aquella que ha estado luchando al pie de la vida más allá de tus recuerdos, y padre aquel que hace exactamente lo mismo, aunque bien sabemos esos matices que hacen adorables a cada uno y que llevaremos en nuestra memoria y nuestra alma cuando ya no estén con nosotros/as y pervivirán en la memoria colectiva de la familia. Eso es, sin más, amor.
Y esa es la conclusión a la que quiero llegar. Padre y madre significan amor, sacrificio, desvelo, preocupación, trabajo, alegrías y tristezas pero como reza el dicho, con amor de madre.
"Piedad" sólo ha conocido a una madre, que no es la biológica, porque ha sido ella, Sole, quien ha cuidado de ella, quien se ha desvelado, quien se ha preocupado. Y algo muy importante: que "Piedad" sabrá y conocerá cuando sea mayor, que su madre, Sole, se ha sacrificado por ella, que ha luchado lo indecible poniendo en peligro todo lo que tiene defendiendo a su hija: "Piedad", pues, hasta hace no mucho así era. Todo el mundo sabía que "Piedad" era la hija de Sole. Ella sabe que el peor juicio es aquel que hará su hija cuando sea adulta, pero que sin duda la sabrá perdonar, porque su madre, Sole, luchó por ella contra todo y contra todos, pues en el fondo sabe que no querrá ser juzgada por haber dejado que se la llevaran de su hogar, el hogar de "Piedad", sin más.
Y ahora. Igual que al principio, cuando no tenía madre, por lo menos aquella que pueda quererla como se merece, ¿qué será de ella?, ¿otro centro de menores?, ¿la van a entregar a un hogar de acogida? ¿Por qué su madre biológica no se hace cargo?, ¿no la quería?, ¿por qué no lucha por ella?
Como ven, volvemos a las preguntas y esto quiere decir que no hay respuestas o que simplemente son equívocas. Sería una simpleza, pero hablamos de la vida de una niña pequeña que está siendo destrozada por las circunstancias, y a los expertos me remito. Pero lo peor es que se trata de un caso representativo de otros muchos que no han trascendido y de otros tantos que surgirán hoy, mañana y que, probablemente, surgirán en el camino de "Piedad" con mayor o menor suerte.
Por cierto, ¿alguien le ha preguntado a "Piedad" qué es lo que quiere? Creo que no.
Fernando Rodríguez
(La Orotava)
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